Reeducación postural global

La Reeducación Postural Global o RPG es un método fisioterapéutico eficaz para tratar diferentes patologías del sistema muscular y óseo, especialmente aquellas que tienen relación con la postura.

La RPG es un método de fisioterapia suave, progresivo y activo que puede ser aplicado a cualquier individuo respetando las posibilidades del mismo. La RPG parte de la individualidad de cada persona por lo cual se diseñará un tratamiento global que, partiendo de los síntomas del propio paciente, busque y resuelva las causas que los han provocado.

En el tratamiento el paciente participa en su propia recuperación, guiado en todo momento por el fisioterapeuta.

Principios fundamentales

Los principios fundamentales son:

  • La individualidad. Se hace una valoración exhaustiva del paciente y se plantea un tratamiento específico para el mismo.
  • La globalidad.  Cada parte del cuerpo humano se encuentra relacionada con otras estructuras, por lo tanto las alteraciones del sistema neuro-músculo-esquelético también se hallan en esta interrelación.
  • La causalidad. Trabajamos sobre las causas y los factores de riesgo que generaron el problema, no solamente sobre los síntomas.

¿En qué consiste la RPG?

Se trata de una serie de posturas activas que realizamos con el paciente que nos permiten resolver los diferentes problemas que hemos encontrado en su cuerpo. Dentro de cada postura es fundamental la respiración, la cual nos permitirá regular el tono muscular por su relación con el sistema nervioso vegetativo. Luego, iremos reposicionando, los distintos segmentos corporales para lograr una puesta en tensión de todo el sistema e ir así trabajando el problema específico.

¿Cúando podemos aplicar este método?

Evidentemente, podremos solucionar procesos dolorosos, aprovechándonos de la descompresión de los espacios articulares, su reposicionamiento, con el estiramiento suave y progresivo de los tejidos y, ocasionalmente, contracciones activas bajo la indicación del fisioterapeuta.

También nos permite actuar sobre problemas anatómicos, es decir, sobre las malas posturas como la escoliosis, hipercifosis, hombros anteriorizados o elevados, cabezas adelantadas, etc.

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